La Scuola di Santa Maria della Misericordia es una de las siete “Scuole Grandi” de Venecia que surgieron en la Edad Media impulsadas por un fenómeno laico de devoción y solidaridad. Las “Scuole Grandi” tuvieron un papel fundamental en el tejido social político y religioso de la República de Venecia y alcanzaron su máximo esplendor durante el siglo XVI. Los ingresos (legados, donaciones y cuotas de afiliación) fueron utilizados para financiar obras de caridad. Hospitales, casas para cofrades así como distribución de bienes y servicios fueron solo algunas de las acciones de caridad de las "scuole" que llegaron a convertirse en un sistema de garantías sociales para los ciudadanos.
La sede original se empezó a construir en 1308. Este majestuoso edificio de estilo gótico se apartaba hasta tal punto de los cánones de la ciudad de Venecia que, ni siquiera tras diversas fases de construcción, fue posible terminarlo. Alrededor de 1527 se encargó la reanudación de las obras a Jacopo Sansovino, arquitecto florentino que se adjudicó la construcción de la “Scuola Nuova” gracias a la estima del dux Andrea Gritti. La extraordinaria estructura cuadrangular estaba muy influenciada por el clasicismo romano y los interiores estaban decorados con numerosas e importantes obras de arte de la Scuola Grande Veneciana: Veronese, Zanchi, Lazzarini, Pellegrini y Domenico Tintoretto, hijo del célebre Jacopo Tintoretto. A principios del siglo XIX, la "Scuola" se utilizó como vivienda militar y, sucesivamente, como almacén y Archivo de Estado. A partir de 1914 se convirtió en sede de las actividades pedagógicas y deportivas de la sociedad deportiva Costantino Reyer que, tras superar diversas dificultades logísticas, logró convertirla en el templo del deporte veneciano y, en especial, del baloncesto, no solo porque en ella se celebraron épicos encuentros sino también por lo extraordinario de sus espacios. La Misericordia fue sede del gimnasio Reyer hasta 1991, año en el que el Ayuntamiento de Venecia encargó a Giovanni Battista Fabbri una restauración del edificio que nunca llegó a concluirse. Solo en 2015 fue posible finalizar las obras gracias a un nuevo proyecto de recuperación dirigido y financiado en su totalidad por la sociedad Scuola della Misericordia di Venezia SpA -asociada a Umana SpA- y diseñado por el arquitecto Alberto Torsello. iGuzzini colaboró con Alberto Torsello ofreciendo asesoramiento luminotécnico para determinar qué luminarias de producción industrial eran las más adecuadas para la intervención y poniendo a punto versiones especiales de la luminaria Cestello. Para iluminar estos inmensos espacios, se utilizaron luminarias de led DALI. La elección de este producto está relacionada con la extrema flexibilidad de organización de los espacios. Es posible dividirlos y destinarlos a distintos usos. La iluminación tenía que ser extremadamente flexible y adaptable, es decir, inteligente. El uso de productos DALI permitió gestionar un sistema de iluminación caracterizado por luminarias Cestello, un proyector con varias lámparas led orientables individualmente y unidas por una estructura de aluminio. Los proyectores Cestello decoran el espacio tanto en su versión especial de suspensión como de techo y se han instalado sobre las cerchas de madera para crear un elemento visual que unifica este amplio espacio. También se instalaron algunos proyectores iPro en la línea de imposta de la bóveda, a lo largo de la escalinata fruto de la intervención del arquitecto Alberto Torsello. Las líneas de luz Underscore se encargan de enfatizar los pasamanos. En las grandes ventanas se instalaron luminarias Linealuce para obtener una luz coloreada y variable. Las ventanas son el elemento central del proyecto luminotécnico desarrollado por Alberto Torsello. Gracias a su extraordinario tamaño, la presencia de luz natural inunda el espacio. Hasta tal punto era necesario evaluar y regular la integración con la iluminación artificial, que el arquitecto habla de una “iluminación amigable, no demasiado fuerte ni invasiva”.
"Solo en 2015 fue posible finalizar las obras gracias a un nuevo proyecto de recuperación diseñado por el arquitecto Alberto Torsello y dirigido y financiado en su totalidad por la sociedad Scuola della Misericordia di Venezia SpA (asociada a Umana SpA).
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