iGuzzini, empresa líder del sector de la iluminación arquitectónica, participa en la construcción del nuevo viaducto sobre el Polcevera (ahora puente Génova San Jorge), poniendo sus soluciones tecnológicas al servicio del proyecto diseñado y donado a la ciudad por el arquitecto Renzo Piano. La nueva estructura de 1067 m de longitud, inaugurada el 3 de agosto a las 18:30 h, sustituirá el histórico puente Morandi tras su derrumbamiento el 14 de agosto de 2018, un trágico episodio en el que perdieron la vida 43 personas. Tras los hechos, la intervención inmediata del alcalde, Marco Bucci, nombrado comisario extraordinario para la reconstrucción del puente, autorizó el derribo y el rápido inicio de las obras de reconstrucción de un nuevo viaducto capaz de volver a conectar las dos partes de la ciudad. Cada una de las partes implicadas en las fases de diseño y construcción –el consorcio PerGenova, del que forman parte Fincantieri Infrastructure y Webuild (antigua Salini Impregilo), Renzo Piano, creador del concepto arquitectónico y luminotécnico, Italferr, diseñador ejecutivo, y por último Rina Consulting directora de obras– puso a disposición sus competencias específicas para completar, en tan solo 13 meses desde la colocación del primer cimiento, un puente destinado a rediseñar el panorama urbano de la "Superba".
Tomando prestadas las palabras del arquitecto y del senador vitalicio Renzo Piano, el nuevo puente “tiene el sabor de la primera cosa buena que llega tras la gran tragedia, de una recompensa, y encierra una enseñanza: los puentes no pueden y no deben derrumbarse. Este puente ya forma parte del valle, será paisaje y vida, no hablará de quienes lo hemos construido sino de quienes lo atravesarán por arriba o pasearán por debajo. Ya lo siento amado y bajo la protección de las miradas futuras".
Atravesando el área antropizada del valle Polcevera, el nuevo puente adquiere el carácter de "puente urbano", una presencia discreta capaz de dialogar con el contexto circundante. El puente Génova San Giorgio está soportado por 18 delgadas pilas de cemento armado capaces de entrar a formar parte de un tejido urbano no homogéneo. El sistema de apoyo que "aísla" la cubierta de las pilas da una cierta ligereza a la estructura que atraviesa el valle. El estrechamiento gradual de la sección de la cubierta hacia los extremos, marcado por la sucesión de nervios de acero a lo largo del borde, contribuye a desmaterializar y aligerar la sección del viaducto. La luz resbala suavemente sobre las superficies de cemento y acero de las secciones elípticas de las pilas y la cubierta, que recuerda el casco de un barco, minimizando su volumen. Además, el color claro de la pintura elegida para los elementos de acero hace que el puente refleje los colores del paisaje circundante, reduciendo el impacto de la nueva infraestructura en el valle Polcevera. Un elemento muy importante son las referencias a la tradición naval de Génova, que encuentran su máxima expresión en las formas y los materiales prestados por el mundo de la náutica: los pilares, el acero de la estructura y el blanco con reflejos azules que evocan las quillas de los barcos. También se prestó gran atención a los aspectos relacionados con la seguridad y a la facilidad de mantenimiento –tanto para posibles operaciones de control como de intervención–. La obra fue diseñada para “durar mil años”.
“El nuevo puente tendrá que ser sencillo y parsimonioso, pero no banal. Se parecerá a una nave anclada en un valle. Un puente de acero claro y luminoso. De día reflejará la luz del sol y absorberá energía solar y por la noche la devolverá. Será un puente sobrio que respetará el carácter de los genoveses –comentó el arquitecto Renzo Piano”.
La luz cumple un papel fundamental a la hora de favorecer la integración de la estructura en el contexto urbano. De día, la luz natural enfatiza la sensación de ligereza de la "nave" y subraya el efecto de levitación de la cubierta y la "raedura" del borde del puente. Por la noche, la luz artificial diseñada por Renzo Piano y realizada con luminarias de iGuzzini (tanto estándar como especiales, proyectadas específicamente y realizadas para la iluminación viaria y arquitectónica del puente), mantiene un perfecto equilibrio con la luz natural y enfatiza la ligereza del nuevo puente y las líneas que recuerdan las formas navales. Además, con el uso de luminarias sobre altos postes en el centro del carril, que evocan los "mástiles de las naves", se enfatiza la idea de un "buque blanco" que atraviesa el valle uniendo la orilla de levante con la de poniente.
“El puente Génova San Jorge es una señal fuerte de esperanza para la ciudad de Génova y para todo el país. Estamos realmente orgullosos de haber participado en el proyecto de reconstrucción al lado de excelencias italianas de nivel mundial como el arquitecto Renzo Piano, con quien colaboramos desde hace más de treinta años, y las grandes empresas implicadas con una profesionalidad alcanzada tras años de experiencia en todo el mundo. Un trabajo coral símbolo del saber hacer italiano –declaró Adolfo Guzzini, presidente emérito de iGuzzini illuminazione–”.