Entre 2013 y 2014, se llevaron a cabo las obras de recalificación de las áreas que rodean el Fuerte de Miguel Ángel para transformarlas en amplias zonas verdes con fuentes y recorridos peatonales, que han dado origen a un nuevo espacio que conecta los puertos histórico y deportivo.
El Fuerte de Miguel Ángel es una de las obras más destacadas de la costa del Lazio. Se empezó a construir en 1508, durante el papado de Julio II della Rovere. Las obras fueron dirigidas por Bramante y, tras su muerte, por sus discípulos Giuliano Leno y Antonio da Sangallo. En 1535, bajo el pontificado de Pablo III Farnese, se dieron por completadas aunque aún faltara por terminar la parte superior de la torre. Ese mismo año, Miguel Ángel recibió el encargo de finalizarla, mientras iniciaba también el Juicio Final dentro de la Capilla Sixtina.
Como requisito fundamental, el proyecto de iluminación tenía que tener en cuenta el gran valor del monumento. Asimismo, se tuvo que hacer frente y solucionar un gran número de exigencias, relacionadas con la visibilidad viaria y peatonal, con las intervenciones en la vegetación y las fuentes, y con el estudio de un cuerpo de iluminación móvil para la verja que tuviera en cuenta tanto la integración arquitectónica, dada la importancia de este bien arquitectónico, como su ubicación en un espacio marítimo y ventoso altamente corrosivo para las pinturas y los tratamientos superficiales.
El fuerte, desde siempre único punto de interés de la zona, se convirtió en el lugar preferido de los ciudadanos de Civitavecchia para caminar y hacer deporte por las zonas verdes, los muelles y los fosos de agua iluminados por las luminarias de inmersión Waterapp. A lo largo de los fosos se extiende un agradable paseo que en algunas zonas está bordeado por fragmentos de muros históricos enfatizados por la luminaria Light Up, mientras que los empotrables Miniwalky proporcionan la iluminación de seguridad desde los muros modernos. Para la iluminación viaria, se utilizaron luminarias Wow con óptica viaria específica para el tráfico vehicular intenso (ST1.2), mientras que en los senderos peatonales se utilizaron luminarias Crown con óptica simétrica y temperatura de color de 4000 K, temperatura de color utilizada de manera homogénea en toda el área de intervención. A lo largo de los muelles, la iluminación general y difusa de las luminarias sobre poste se integra con las luminarias recorrido iWay que marcan los recorridos y los delimitan cerca del muelle.
La atmósfera final es el resultado de una intervención orgánica y armónica donde la iluminación es el elemento que valoriza el espacio arquitectónico y que se integra con los elementos de la decoración urbana.
El cliente deseaba que se desarrollase una luminaria específica para coronar la balaustrada que rodea el fuerte. Esto subraya, una vez más, la capacidad de la empresa para trabajar en estrecha colaboración con todos los entes implicados en el proyecto, del cliente a la dirección general, Enel Sole -empresa encargada de la iluminación dinámica de las fachadas del fuerte- y hasta la empresa contratista.
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