El puente de Génova de San Jorge
Infrastructure
Génova mira al mar al sur, así que cuando el día termina y la noche aún no ha comenzado, la luz rebota en el agua y llega hasta aquí. Los muelles de hormigón no son cuadrados sino elípticos, con raíces curvas, por lo que la transición de la luz a la sombra sigue la curva y se vuelve suave. Es una caricia de luz, un coqueteo en el que participa el viento, porque el acero en la capa final termina en bordes irregulares, el borde se deshilacha en vibraciones como el ala de un pájaro.
Si necesitas más información sobre cómo desarrollar tu próximo proyecto, contáctanos.